La agonía se hace clara,..

El trance,..

Disimular de parados,
en meditación de enredo,..
limitando con impuestos,
derechos del nuevo credo.

Invalidar en desorden,
el crecimiento en recursos,..
rompiendo la recta del orden,
que marca cual rumbo en su curso.

El precio,..

Lo que en valor prioritario,
y ante recurso de humanos,..
te impone falso propietario,
en el atar de tus manos.

Y ante balance en enredos,
del laberinto que muestra,..
el rezo de nuevo credo,
de ejemplos que ya manifiesta.

Es el negar como escudo,
en eco del nuevo engaño,..
aquello que deja nulo,
cual muestra en botón es daño.

Pero el espejo del viejo,
que en juventud perdió el tiempo,..
cual negativa al pellejo,
es dilatar de lamentos.

Y ante sordera que mana,
de vanidad agridulce,..
se niega a perder mañana,
el volante conduce.

Y en seguridad de todos,
ante peligro evidente,..
reduce poniendo los codos,
en limites inocentes.
El dividir de las restas,
que en compensación de logros,..
aún siendo las mismas protestas,
es del cuento el mismo ogro.

Un Hidalgo en la locura,
perdido en desierto de arenas,..
movidas con esa bravura,
de un pasado en las cavernas.

Aferramiento a esa historia,
que se frustró en un pasado,..
y hace mella en su memoria,
del repetir torturado.
Pesadilla que emergiendo,
en el desdén de ese baile,..
flota en cerebro creciendo,
en vacío detestable.

El muerto que ante evidencia,
del viaje que en ida acaba,..
es mejoría en presencia,
de enfermedad detectada.

La agonía se hace clara,...

Raic Ordóñez,.. 2011