Tiempo muerto,
tiempo negro,..
tiempo en regreso
y tiempo que espero.
Fuerza en el manto que lleva entre ríos,
lágrimas blancas del puro sentido.
Fuerza en las riendas que cabalgan libres,..
manos unidas del lazo invencible.
Tiempo que sigue,..
Reclamo de cuatro fuerzas,
que entrelazadas son sello,..
y una sola es la nobleza,
sin el misterio entre velos.
Reclamo a los cuatro vientos,
y a los cuatro en menester,..
el cierre en camino de inventos,
que en sombras se encierra y no ven.
Reclamo a la ley de la vida,
el orden de muestra en correctos,..
y a quienes sirven en guías,
ejemplo de ese proyecto.
Decía el pastor en la cima,
del monte prohibido en manjares,..
al paso de gula y envidia,
de fuerzas en tientos vanales.
Disipa de aquel pensamiento,
que espera tropiezo en caída,..
que estando el estómago hambriento,
toque la fruta prohibida.
Recibe la burla entre risas,
de un futuro en carcajadas,..
cual raíz crece sin prisas,
sabiendo que el fruto pesaba.
Recibe el azote del tiempo,
que siendo imparcial en su paso,..
quizás de la pena es lamento,
y creas que empuja al fracaso.
Pues viaja al igual que la vida,
en caminos transparentes,..
cerrado en empujes que obligan,
las murallas de inconscientes.
Recuerda que en cuadros y tiempos,
paisajes te ofrece la imagen,..
que en esas historias y cuentos,
describen sus sueños al margen.
Pero que en tiempos pasaron,
y en mismo pasado vagan,..
cual murallas levantaron,
y libertad las saltara.
No escuches palabra en promesa,
de atrasos que nunca llegaron,..
de un surtido en la remesa,
de siglos que en lista esperaron.
Y sigue en camino marcado,
que en el conjunto es apoyo,..
cual compra en el mismo mercado,
será beneficio de todos.
Pues dividir proporciones,
en resta de un repartir,..
siempre da provocaciones,
en los que hay que restringir.
Y cuando en resta a reparto,
las cantidades no crecen,..
quizás aquello que aparto,
es resta del mismo que ofrece.
Y ante medida imposible,
del dividir en lo ajeno,..
aquel que lo hace accesible,
resta en su propio gobierno.
Y como fruta prohibida,
en sus tentaciones guarda,
la propia muerte en la herida,
de envidia en veneno que mana.
Pasando por la locura,
del puesto que ocupa en su historia,..
perdiendo completa cordura,
y hasta la misma en memoria.
Vagando en ejemplo de Hidalgo,
con molinos agresivos,..
y en ese cansado caballo,
de su ceguera cautivo.
Perdido en el rumbo al destino,
de olvido en pasado en promesas,..
de enfermedad cual cretino,
manjares se sirve en su mesa.
Raic Ordóñez,..2011
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