Lloraran los cielos,..

Volverán a sonar las campanas,
que alertaban del peligro en los caminos,..
con retoque en vibraciones que ya aclaman,
lo que el eco lleva impugne a su destino.

De las cruces una pesa en la madera,
lo que en clavos es refuerzo de soportes,..
del pecado que en pesado no se viera,
cual del cumulo es recreo en sus aportes.

Y bajará su mirada en la tristeza,
de comprobar que en el seguido el mismo rumbo,..
cual del pecado el mismo afán de su crudeza,
hace en la vida un sin sentido dando tumbos.

Y aquí postrado en el perdido,
frecuencia en movimiento de ese paro,..
las penas fluyen como ríos,
cual cuerda entre las sombras nunca agarro.

De la virtud del que dando se lleva,
fondos profundos dejaron vacíos,..
cual fortuna en silencios se pierda,
cual de las aguas fluir de fluidos.

Como moneda en falsedad que en precio vende,
sin el contar de aquella cifra que maldice,..
cual saneado en camuflados no pretende,
cual su comprar crece en plurales y produce.

Del duplicar que haciendo sombras es tormenta,
que en cielo ciega la mirada a las estrellas,..
siendo un sumar que de los bienes representa,
de oscuridad que en alumbrar nunca se viera.

Raic Ordóñez,.. 2012