Tú que siendo madre,
dominas el arte,...
de ir en alarde,
de sólo adorarte.
Eres esa espina,
que te clava el alma,...
la que se empecina,
en quitar la calma.
Madre del sabido,
que de amor cuidaste,...
sin hacer cautivos,
tantos dados de arte.
Todos diferencia,
de amar y cuidar,...
misma la evidencia,
de madres de hallar.
Madre sólo hay una,
que ampara en amor,..
dicha de fortuna,
de que nunca hay dos.
Cada cual la suya,....
Raquel Ordóñez Marqués.
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