Lleva la empatía,
en sus muchas cargas,...
ansias que en el día,
se vuelven amargas.
Dulces del momento,
de un satisfacer,...
lo que al mismo tiempo,
es un desvanecer.
Y es que es del obeso,
misma la tristeza,...
ese duro hueso,
que ofrece la mesa.
Quiero y no quería,
una indecisión,...
que me trasmitía,
la misma impresión.
Ya no se que quiero,
ni lo que podría,...
siempre lo que adquiero,
yo lo perdería.
Es la incertidumbre,
que me dan las ansias,...
ya es una costumbre,
y la misma cansa.
Mente despejada,
es de precisión,...
lo que interesaba,
en la misma intención.
Pizca de prudencia,
pizca de variados,...
si tengo paciencia,
lo veo en logrados.
Es la disciplina,....
Raquel Ordóñez Marqués.
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