Inmerso en tu mundo te pierdes ausente,
como un vagabundo en su soledad,...
refugio que buscas cruzando ese puente,
que pinta de oscuros tanta claridad.
La vida se presta a darte capricho,
te aísla el sentido de un contribuir,...
y dicen al paso mira tu que bicho,
que apenas sonríe ni sabe vivir.
Las voces, los ecos que retumban siempre,
son como una plaga de ese maldecir,...
que vives ausente y de igual inerte,
porque en esas formas creen que es sufrir.
Todo es como el dicho que advirtiendo en hechos,
dice de costumbres de un atribuir,...
que de cuento bulo viene en el provecho,
porque algo siempre tienen que decir.
Todos son un mundo y en sus diferencias,
todos son asiduos a un justificar,...
y en los mismos gustos viaja la prudencia,
de esa coherencia que no es ofuscar.
Unos más acordes con mismas manías,
que de las costumbres es un mantener,...
y otros más ausentes y aunque lo sabías,
siempre dedo en yaga es ese meter.
Vive con prudencia que de interferidos,
no sea tu gracia siempre un destacar,...
a los que en el paso mismo lo vivido,
sea en diferencias algo que apartar.
Pues de los comunes siendo los mercados,
todo es diferencia de ese averiguar,..
que en las mismas pautas otros han marcado,
para establecerse a modos de igual.
Raquel Ordóñez Marqués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.