Hoy mi foco se queda en esa osadía, soberbia o atrevimiento que se expone desde la ignorancia en experiencia que es referencia de la misma ignorancia.
Donde en la misma ignorancia somos capaces de desafiar la experiencia que en años, otros superan tras caídas y empeños de superación. Donde resolvemos en esa infinidad de preguntas sin respuesta, el vacío que se contagia en solvencias de haber. Ahí donde los muros me paran, me quedo en perennes que enfocan lo mismo, en ese vacío que en el sin respuestas no obtendrás consuelo. Por ellos, por ellas, por quienes alcanzan un entretenimiento que juegue al despiste en el mismo tiempo, brindo en mis silencios.
No encuentro consuelo,
que en fortalecidos,...
me quite este velo,
que me ciega amigo.
No encuentro manera ,
que en un proceder,....
en mi vida adquiera,
un entretener.
Busco ese pañuelo,
que en el desbordar,...
no tenga un anhelo,
para un recordar.
Busco en indecisos,
porque nada es claro,...
sin haber precisos,
en lo que yo hago.
Tengo el mismo tiempo,
que depare suerte,...
y aires de los vientos,
que vierto en tus fuentes.
No encuentro un camino,
en este caminar,...
que me de un destino,
de algún descansar.
Busco entre murallas,
y me cierran pasos,...
ya no tengo agallas,
esto es un fracaso.
Miro al horizonte,
y ya no veo más,...
que el mismo gigante,
cual molino hablar.
Tengo los minutos,
que me cuentan horas,....
y es un atributo,
que te da demoras.
Ya no queda nada,
más que ese mirar,...
que en el tiempo daba,
años que pasar.
Tiempo que me asfixia,
y quita mi aliento,...
y en sus mismas prisas,
ya ni tiempo siento.
Raquel Ordóñez Marqués.
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