lunes, 20 de mayo de 2019

Mientras vivo,...

Ensimismados en esas circunstancias que embriagan todo de costumbres o maneras para pasar el rato, método de seducción que los amolda a una simple vida, donde el cotidiano marca las tendencias que son llevadas a cabo para la convivencia que se les otorga.
Tal es el miedo a la muerte, que evitar un simple pensamiento de angustia, viene siendo el fin de toda terapia en el juego al despiste. Despiste que te acompaña en cada respiro y viene formando parte de esa compañía que se prolonga en la vida.
Y que sería de la estupidez humana, si en el meditar no formara parte ese pensamiento,....
Todos los caprichos que te van en ganas de desafiarla, en anteponerse  en el mismo tiempo, que de despistarla es simple criterio de un miedo prohibido.

Somos ese paso que dejando huellas,
pasan misma vida en un destacar,...
y el paso del tiempo pisa sobre ellas,
por que solo el mismo las puede borrar.

Tiempo que se ajusta palpitando al lado,
de esos corazones que en ritmos se mueven,...
tiempo que te deja en ese ya marcado,
de tiempo preciso que en tiempo se lleve.

Tiempo ya perdido de un antepasado,
tiempo de un futuro que está por venir,...
tiempo que en presente se queda parado,
porque en los recuerdos vivo y soy feliz.

Raquel Ordóñez Marqués




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