Se agota la fuente de lo que en presente es sentirse vivo, te aprietan las tuercas todo lo que pueden y hasta allí te lleven si te ha de guiar, un nunca acabar en el contrapuesto siendo de un supuesto que pospone todo, queda de igual modo perdido en el tiempo.
Limites ficticios que van al desquicio con los pensamientos, sácale argumento y levanta los ánimos, tu eres es el que inventa, búscale un pretexto a la misma vida y con su permiso arriésgale algo. Por aquí no salgo dice la conciencia, y con su paciencia busca solución, una alternativa con otra canción, déjale tu huella.
Tal es la experiencia que ha ido madurando su propio camino, siempre hay un destino allá donde miras, todo es el esfuerzo que a lo mismo prestes, y aunque igual protestes búscale la suerte que podría tener, es una manera para ir compensando y que al mismo tiempo vamos ensayando para un cometido todo lo advertido con su propia esencia, limpia la conciencia,... Todo en su saber, habla el equilibrio.
Pero son dispares en el pensamiento.
Porque en argumentos yo voy tropezando,
con la misma piedra una y otra vez,...
y en esos tropiezos igual voy pensando,
que las voces callen y poderte ver.
Llevo los rumores de tus amarguras,
a su justo tiempo cual permanecer,...
porque en su defensa yendo la locura,
manda la cordura por razón de ser.
No encuentro maneras que lo solucionen,
libre el que lo encuentre con su voluntad,...
y en las mismas dudas aunque lo cuestionen,
que en dudas encuentren la misma verdad.
Raquel Ordóñez Marqués.
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