Cuando yo era pequeña, disfrutaba en años muchas compañías, me llevo en el rastro recuerdos que guardo, como cuando teniendo visita y siendo tantos en familia, nos teníamos que ir a casa de una tía, para que mis padres pudieran recibir a sus familiares y tenerles un cuarto que ofrecer, todos unidos aunque dice el pobre que esto es lo que tengo.
Ella era Asunción mi buena tía, mi guardiana y consejera, allí dormía, en el cuarto con sus hijas compartiendo camas y mezclando sueños. Esto es lo que guardo en mi corazón, parte de un recuerdo que me da cariño me abraza con fuerza mientras reconforta, esto es lo que llevo porque no hubo más.
Hoy ya es parte del cielo que cubre mi vida, que digo que consta porque lo he vivido y dejo una estela que muestra importancia.
Y te fuiste lejos sin decirme nada,
y guardo tu rostro en el mismo alma,...
y ya lo sabemos que todo se acaba,
pero fue tan corto que te quita calma.
Era apenas ayer una carcajada,
en ese vivir en tu compañía,...
que aunque me repitas que todo se acaba,
me parece ayer, y en el paso un día.
D.E.P.
Raquel Ordóñez Marqués.
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