Cuando mientes sobre que hago, no le encuentro más razón, que la envidia que procesas porque vives de otros vida y no dejas ni vivir. Cuando inventas las historias que en chismosas es costumbre, de la hoguera no haces lumbre por que el fuego no funciona, y es que no me condicionas porque mientes en constancia y la vida y la verdad van hablando por si mismas, porque firmes son los pasos que procesan en el día, y además me apetecía el ponértelo en los claros.
Porque haga lo que haga, me mantengo por mi misma y en ayudas pues recibo la limosna que me falta, porque apenas es que alcanza de un poder sobrevivir, y en comprarme es lo justo que preciso en el diario, por lo tanto este calvario te lo llevas en tus arcas, porque no me regocijo con la vida del que pasa y tampoco es que me meta en la vida de alguien más, pero a ti es que te hace falta el ponerte colorada, porque todo lo que dabas son mentiras por envidia.
Y aunque digas lo que digas mismo Dios es mi testigo,
porque todo lo que hago es apenas subsistir,...
y te pido que me dejes porque yo ya fui mendigo,
por gentuza que en inventos no nos dejan ni vivir.
Y la envidia es el recurso del que no tiene más vida,
que meterse de otros causa en poderse entretener,...
y la mía es diferente aunque cuentes y predigas,
por que lo único que haces en tu vida es malmeter.
Y te digo que me olvides por que tu no eres nadie,
más que ilusa que en mentiras tienes algo que decir,...
y en la vida todos quieren que si Dios es que los mira,
vea inventos que se cuentan sin poderse sostener.
Porque tienen que vivir,...
Raquel Ordóñez Marqués.
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