Pero no te da derecho a matar el hijo de otro, cuando menos si los rotos se divagan, por que solo uno es culpable del que dicen que ese sable sacó un día, por lo tanto te decía te lo pienses. Y es la trampa de la vida la que busca tu enemigo, y utiliza aquellos muchos que defienden su postura, pero mira que cordura se sujete, por que va por el retrete las mentiras que sugieras y el presunto que refieras en tus culpas, por lo tanto me disculpas cuando acusas.
Psiquiatría no es culpable de lo que te esté pasando siendo muchas las familias que resisten al suplicio y por tanto te suplico que lo pienses, por que dicen esas victimas, que verdad nunca se debe de saber y pudiera ser que es una trampa y un engaño, por lo tanto no te empaño el mismo espejo, por que dicen que el reflejo hace pupa en lo que duele y quizás pues se sugiere meditar, es mejor que ese culpar que te implica en caso ajeno, y pudiera ser veneno en circunstancias, por lo tanto la arrogancia te la guardas.
Por que siendo el mismo guarda que te guarda en circunstancias,
voy buscando a ese culpable que te quita el mismo aliento,...
Y le quito ese misterio que sugiere la arrogancia,
y le quito en el castigo lo que mismamente siento.
De mis hijos soy testigo que te mato si lo intentas,
y comprendo las maneras y quizás las inquietudes,...
y te digo que te mato si quizás lo representas,
y me importa muy poquito lo que juzguen tus virtudes.
Te comprendo no lo dudes soy consciente del problema,
y comprendo que el perdón no es cuestión en la terapia,...
pero mira que son madres las que ponen sus dilemas,
en la historia que se cuente de la misma que es errata.
No hay problema te sujeto por que siempre estoy contigo,
y me miro en el problema de tenerlo que sufrir,...
y si pienso no proceso y mismo Dios es mi testigo,
sin mis hijos no podría en esta vida yo vivir.
Por lo tanto no me acuses por que sufro depresión,
de lo mismo que la vida va dejando en sufrimiento,...
y si puedo yo lo explico aun contando mi versión.
por que dicen que la vida solo vive y no es un cuento.
Raquel Ordóñez Marqués-
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