domingo, 22 de septiembre de 2024

Tus mentiras,...


 En el juego las rencillas son discordia asegurada, que aprovecha ese que acecho te procesa, y las quejas terrorismo sicologico que confronta la verdad y el teatro es la versión de tener un predilecto y quizás ese pretexto de otorgarla en misma obra, por lo tanto en la discordia deberás de ser actor en el guión, que asegura el cuento sigue.

Las maneras y modales son discordia de saber debilidad y en el tiempo del cristal, todo es que les hace daño, y pudiera ser el paño de ese pronto que en el dar dificultad, va quitando voluntad a quien sabe defenderse y si al menos es que piense se verá como verdugo, y disfrutan al saber vencer batallas, cuando falta en si en agallas e ideales te sujetan, camuflaje de caretas en el juego de la vida.

Y el decir que contradiga la verdad en pura esencia, es quizás la misma ofensa al saber que en defenderse el proceso le critica, por que dicen que practican mantener la controversia y la vida no se expresa en su sentir. Por lo tanto ya vivir no merece ni la pena, por que hagas lo que hagas se recibe en la condena que socialmente permiten y verdades no se admiten cuando a voces te defiendes y los sordos te comprenden cuando pueden escucharte, y el engaño es mismo arte de estos juicios. Y el llevarte a ese desquicio que te irrita en pretensión, por que venden la función dependiendo de quien mire.


En mentiras y versiones me contaste misma historia,

y la vida contradice lo que en si mismo pasó,...

y se daña en lo que digas mismamente la memoria,

porque dice que en opciones se estancó.


Lo que digas no me importa porque no fuiste testigo,

y te basas en mentiras que otros muchos te contaron,...

y me echaste de mi casa y hasta fui un simple mendigo,

con aquello que en las tramas se inventaron.


Es el juego de la vida dependiendo de la audiencia,

que se tenga en el momento cuando van a castigar,...

y en versión se contradicen sin tener esa prudencia,

de raices que sujetan lo que fue vivir sin más.


Cuando juicios son sociales,...


Raquel Ordóñez Marqués.

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