Supiste en todo momento, que ibas sembrando mentiras,
pero era divertido, mientras que tú te reías.
Dejaste llenas las calles, de llanto y de pena vana,
porque jugar con sus vidas, te divierte en la mañana.

Te crees que el daño hecho,.. se borra solo en el tiempo,
y el tiempo que es tiempo siempre,.. te deja de manifiesto.

Por los pecados de hambre, en siembra de mal ajeno,..
mereces ese castigo, que te viene desde el cielo.

Por los pecados de muerte, y del sufrir de inocentes,..
el cielo invalida el latido, de quienes castiga y mienten.

Por el pecado de males, en hostigar a los pobres,..
el cielo te pide destino,.. dónde a nadie más deshonres.

Por pecar en vanidad, de la corrupción que emites,..
el cielo pide que cumplas con devolverlo al remite.

Con tus risas y en collares,
haciendo trenza en colores,..
te pintamos el futuro,
tal cual como tú lo decores.
Si en tus cuadros solo existen,
el rojo de sangre y el negro,..
siempre te llega lo mismo,
y en tú destino lo espero. 

Raic Ordóñez,... "2010"