Si demandamos en solicitud de lo preciso unas normas de establecerse en acuerdos, que de los mismos el recto sea el camino a demandar por todos, no podemos permitirnos, el opinar al respecto de controversias, basadas en reacios tiempos que en resaca llevan a rastre una sociedad, para zanjar en estipulaciones de origen prehistórico, una disconformidad en cualquier cuestión de avance en los mismos tiempos.
Esto quiere decir, que basándonos en las normas y leyes a establecer por la misma ley vigente, no pueden ponerse en tela de juicio, situaciones fuera del contesto que la misma ley ya ampara, para acreditar ante figurados de intención, lo que con la misma malinterpretación debido a falta de conocimientos, se agrava en derechos que pisotean dichas situaciones, en perjuicios de salud mental para un orden correcto atropellando un avance a la misma evolución social.
Y de obligado respeto y cumplimiento debería ser por todo tipo de ideología mantener este orden, fuera aparte de intenciones a terceros.
Raquel Ordóñez Marqués.
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