Cuando la vida te pone trabas, de un proceder contrario a los hechos , empiezas a pensar que van en contra tuya, y pudieras tener razón en lo relativo a intenciones de terceros que influyen con propósito de variar las mismas circunstancias que vivas.
Propósitos, que no tienen porque tener buen fin o llevarse a cabo por intenciones, agarra fuerte las riendas de tu vida y dirige en determinación de lo que realmente creas, hacia la dirección apropiada a tus gustos contra viento y marea.
Todo el mundo se equivoca en el menospreciar que de vida ajena sea una dirección correcta, pues cada cual determina en necesidades propias lo que espera de los demás, acotando en posibilidades a aquellos que reducen en opciones.
Déjame libre en mi vuelo,
no pongas vallas ni trabas,...
solo es que busco y que llevo,
lo que en apresos me dabas.
Libres palabras me dieron,
llenas de amparo y recursos,...
y no son los mismos que fueron,
los que me marcan un pulso.
Libres que buscas opciones,
llenas de palabrería,...
y no tomas precauciones,
cuando la vida prohibías.
Dar que me vienes dando,
aunque de igual me lo quitas,...
mismo te vaya zanjando,
cual de los males practicas.
Raquel Ordóñez Marqués
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