Que fácil es llegar a conclusiones, de que manera especulamos sobre las posibilidades y nos hacemos un propio criterio que solo conlleva a una especulación. Como nos creemos la misma y de lo que somos capaces por hacernos escuchar, aún sin saber si la razón fuese un cometido.
Es tanto lo que se mueve a nuestro alrededor, que mantenernos confusos es cuando menos no ser participes de inmiscuirnos en circunstancias ajenas.
Nos dicen, nos cuentan, todo es un laberinto de dimes y diretes que se contradicen dependiendo quien o quienes lo digan.
Vivo un solo tiempo que se configura en momentos y aspectos de igual en lugar, no escucho las formas que en mismo misterio mueven contenidos, yo solo aseguro el mismo que vivo, nunca hay más dilema que contradecir, si no lo he vivido no aseguro nada, ni aunque me lo cuenten.
Soy como ese estigma que vive sus propios, todos tan seguros, que igual se aseguran el sobrevivir.
Vivo y no confundo posibles que haya, no son un misterio pero igual resisto a las mismas ganas que dan opinar, yo no fui testigo, como puedo entonces dar mi parabién.
Son sus circunstancias, llenas de problemas y de discusiones, todas ellas puestas en sus propias vidas, duda inigualable en las mías propias, yo no fui testigo, queda en los posibles versiones a pares, unas contrapuestas de otras que aseguran, muchas indecisas y otras imparciales, vidas diferentes que se van juntando en esos criterios que alteran el orden, que buscan concisos, vidas paralelas.
Yo es que no me mezclo, solo soy testigo del mismo que vivo, no aseguro nada, todo es un posible en una circunstancia pero no se en cual.
Digo pues supongo que bajo las pautas,
todo es un posible de un poder haber,...
y aunque no te diga porque quede en cautas,
digo porque creo que es de un suponer.
Son suposiciones dicha mayoría,
son de la ignorancia de un poder decir,...
y si te lo digo porque lo creía,
es dicho que lleva un mismo vivir.
Vivo en los supuestos que todo confunden,
no aseguro nada porque no es mi causa,...
y si les confundo porque igual lo asumen,
es del mismo tiempo una simple pausa.
Pausa que secunda un tiempo perdido,
pausa que les lleva a ese perseguir,...
pausa en la que queda ese mismo herido,
que del tiempo es pausa en propio existir.
Tiempo que se ajusta de un perder de tiempo,
tiempo que confunde a ese proceder,...
y enredando el tiempo es procedimiento,
de un tiempo perdido sin saber porqué.
Ahora que lo pienso no he logrado nada,
ahora que lo miro tiempo fue pasar,....
y cuando me duermo voy sobre esa almohada,
que en el mismo tiempo no era descansar.
Tiempo que secunda a mis circunstancias,
tiempo que asegura ese proceder,....
es el tiempo justo que da relevancia,
a las mismas causas que son sostener.
Raquel Ordóñez Marqués.
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