Voy por un paisaje borrado cubierto de niebla, vago es el recuerdo de ese día a día que muestra detalles, veo en las miradas cual rostros ocultan esas mascarillas misma incertidumbre, miedo que en el cúmulo se hace visible, cercanos los casos de misma pandemia, que hacen que los nervios estén a flor de piel. Es desconfianza lo que se baraja, dónde habrás estado, qué es lo que tocaste, y con quién y cuántos.
Es el mismo entorno el que bien aflige, mismo en el trabajo todos son personas, que llevan en hábitos costumbre y manía, y es que es ese traje de desconfianza lo que bien se lleva, dada la gestión que abarcan los meses, van bien apretados libres y espontáneos.
Te asfixia la vida en mismo respirar,
y sin aire puro no respiras hondo,...
porque es una meta del mismo llegar,
que en misma cuestión ni quito ni pongo.
Te deja en aislados yendo en soledad,
y en arrinconarte miedos son la causa,...
del frágil que llevas pudiendo llorar,
o quedarte inerte en la misma pausa.
Voy a la locura en este cercar,
que asfixia los libres que fui aprendiendo,...
y es que el propio abismo no puedo saltar,
estando seguro de que iré cayendo.
No queda aliciente para un escuchar,
todo llega en dudas que se van poniendo,...
dónde es que pudiera poderme agarrar,
con la oposición que vas ofreciendo.
Dame un aliciente que me de seguros,
deja los inciertos para un suponer,...
que en mi propia mente ya lo digo y dudo,
y sin metas fijas no te puedo ver.
Raquel Ordóñe<zz Marqués.
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