domingo, 15 de noviembre de 2020

Nadie es más que nadie,...


 No se trata de ser mas inteligente y afrontar la vida respecto a la realidad que se supone es la correcta desde la mirada de una persona inteligente, pero de igual modo con falta de datos ante la perfección. A veces aprender es una cuesta arriba que se hace eterna y en posibilidades nos faltan extremidades de apoyo y seguridad. 

No es cierto que sea más feliz el que menos sabe, quizás la vuelta en la que se mantiene en giros constantes, sea más precisa de esas mil carencias, que en resoluciones no le dan detalle y se ofusca y obstruye, siendo más asiduo a esa frustración que le da tristeza. 

Como de igual manera no será en aquellos que creyéndose inteligentes hacen de sus causas un fondo perdido, cuando de igual modo no tiene completos que le justifiquen razón absoluta.

Todo es la medida con la que se mire, quien tiene el exacto del justo y concreto que da la razón, misma controversia es esa disputa que habita en eternos, que da los variantes de cuantos y cuales, y el mismo por qué. No son de un parámetro acierto en seguros, solo son posibles de una cercanía que abarca la mente en diversas formas.

Te dije me dices me dijo quizás,

que el todo del nada es lo que me queda,....

y vuelvo y me esperas y sigo detrás,

y el mismo que sé a mi no me llega.


Me dices aprendo y consigo en el paso,

poder entenderte en tus muchas maneras,...

y alcanzo y consigo poner un acaso,

y sigues y dices que ya no me esperas.


Olvido insisto y logro otra vez,

ponerme a tu margen en misma enseñanza,...

y entonces empiezas diciendo por qué,

y quedo en silencio en la misma ignorancia.


Suplico que esperes y tengas paciencia,

que yo soy muy torpe en el mismo aprender,...

y evitas mostrando en la misma evidencia,

que en falta a respuestas me vuelvo a caer.


Raquel Ordóñez Marqués.

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