Carga que en pesar es de peso muerto cuerpo en su dormido, se agarra con fuerza y es en su inclinar una reverencia de penas expuestas, de penas que ansían descarga del alma, lamento son ecos que en tiempo recorren tiempo en sus dominios. Tiempo en su perdido, tiempo que te espera, tiempo que te encuentra y hace el tiempo en ti, tiempo que suspira con tu propio aliento y que al mismo tiempo te quiere asfixiar.
Son tan diferentes las vidas de todos, que en sus parecidos costumbres son ley, y que no se pierdan en las que se exponen porque son de vida el mismo constar. Unos con rutinas que pisan sus huellas y otros en sus sueños navegando solos, todo circunstancias de sus propias vidas de eso que a obligados causa conclusiones. Las precipitadas, las que se suponen y esas cuestionables que debaten todo, todo es un motivo de la misma meta, meta que en concreto te lleve en su historia, meta de memoria que recuerde algo, meta de un hallazgo o de un alcanzar, meta por estar, por seguir estando,...
Que recapaciten que piensen en algo,
y si el mismo hago,...
que me dieran tiempo para un explicar,
y si hay que tragar,
que tragando fueran,...
los que me dijeran,
que tragaron ya.
Raquel Ordóñez Marqués
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