A veces hay que ser como no quieres ser, para que otros vean que no te chupas el dedo, para que el disfraz con el que se cubren se caiga sin más,.. para que se vean en su propio espejo y a tiempo despierten siendo descubiertos, ahora que me ves.
Desperté en su día siendo muy pequeña,
y me di de bruces en misma pared,...
y desde ese día soy mi propia dueña,
porque en mi palabra no existe traspié.
Digo la verdad de mis circunstancias,
digo lo que pienso y no importa más,...
y hago reverencia en misma elegancia,
cuando en el recibo doy lo que me dan.
Soy como ese duende en misma travesura,
que en lo que te pone luego va quitando,...
y es que me perturba la misma locura,
y del que te quito mismo te voy dando.
No te quito nada que no sea mío,
no te doy de más y lo voy contando,...
y lo que te dejo es un resumido,
de lo que sin duda vienes entregando.
Hagas lo que hagas yo te lo suprimo,
porque en mismas cuentas resto sin sumar,...
y sumando letras conjugo y las rimo,
y en renglones llenos te encuadro sin más.
Raquel Ordóñez Marqués.
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