Te persiguen esos lazos que pusiste en camino, donde anudan opiniones que se escuchan en tus sordos, que sortean los aciertos, que te acusan con inciertos, que secundan los supuestos que figuran en tu mente, un seguido de ese rastro que en tus pasos se confirma, ese libre con estigma, pues suponen en los días, eso mismo que decías, que debía sostener, ese otro entretener y el que piensas que es preciso, lo que aquel otro no quiso y el que quieras sujetar, ese otro que no está y el posible que viniera, lo que digas lo que quieras, todo son tus circunstancias, los demás son la fragancia que desprendas en camino, ese paso hacia el destino, que decidas en tus formas, lo que sea que se imponga, te lo impones a ti mismo, tolerancia y no cinismo, pues se llama libertad,...
Y me hablas de mis sueños, suponiendo que los tenga,
y las riendas no las sueltas sujetándolas con fuerza,...
y te sigo en el camino sin salirme de la senda,
y me pierdo en mi destino y sujeto mi cabeza.
Quedan pocas esperanzas, de que mires en los claros,
pues suponen los supuestos que barajas en opciones,...
y aunque diga lo que haga o aunque sea lo que hago,
se depende de un entorno o el que va en sus intenciones.
Raquel Ordóñez Marqués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.